Mi post de hoy es distinto al habitual. Y es que lo escribo desde mi tablet en tiempo real... es decir mientras estoy en Bilbao.
Apenas llegué hoy y tengo poco que contar porque nuestro avión se retrasó y llegamos a las 22.30. Aún así llegamos al hostal, hicimos check in y salimos a conocer la noche bilbaína.
Al estar el hotel en el casco viejo tenemos todo super cerca y pudimos darnos un buen paseo. El casco viejo me enamoró. Todas las calles estan limpias y son tranquilas. La arquitectura de los edificios es única, los balcones me llamaron mucho la atención.
Nos acercamos a la Catedral de Santiago y en una de las calles aledañas decidimos entrar a un local que tenía los tan famosos pintxos. Por supuesto yo no pude evitar la tentación y probé 3 distintos.
Luego nos dimos un paseo hasta la ría que atraviesa la ciudad (Ría de Nervión) y volvimos porque mañana nos espera un día largo y divertido.
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